Calculando menos y viviendo mas…
No pretendo que esta nota sea una triste, neurótica o una de aquellas que busque obtener la compasión de mis conocidos y amigos. Mucho menos pretendo que esta nota sea una en la cual todos cliquemos “like”, escribamos cientos de comentarios de apoyo y ninguna reflexión profunda. Quizá mas bien me sentiría feliz si lo sencillo que aquí comparto lo interiorizaras y aplicaras a tu vida antes que sea muy tarde.
El 28 de octubre de 2013 fuí diagnosticada con un Leiomyosarcoma. Un extraño tumor canceroso muy agresivo y de gran tamaño. Luego de dos operaciones, cuatro ciclos de quimioterapia y uno de radioterapia hoy tengo la bendición de decir que YO SOY SOBREVIVIENTE y que con la ayuda de Dios, mi familia y buenas amistades superé y sané todo aquello que una vez afecto en mi cuerpo.
Lo comparto ahora, cuando me siento sana, alegre y con la buena noticia de una victoria. ¿Por que no antes? No he querido contaminar a nadie con fotos, comentarios o “posts” de tristeza, enfermedad o desánimo. No es hasta que se recorre un camino por completo que se aprenden las verdaderas lecciones de este.
Durante mi proceso a través de esta enfermedad hubo muchas cosas que pensé que tan nefasto mal me podía quitar. De hecho, antes de atravesar por la enfermedad pensé que era mucho mas lo que me quitaba que aquello que me dejaba. Sin embargo, mas adelante comprendí que el cáncer había dejado mas en mi vida de lo que habría quitado.
El cáncer me enseñó que la compasión no es para nosotros mismos y que cada día hay que levantarse y marginar los pensamientos negativos y el desánimo y que toda la vida depende de la actitud que asumes los primeros cinco minutos de tu día.
El cáncer me enseño a ser menos realista, que en realidad se trata de ser pesimista. Esperar lo peor nunca te prepara para ello sino que te mantiene al borde del precipicio con la preocupación incesante de lo que sucederá.
El cáncer me dejó la comprensión de que en la vida hay que anhelar, atraer y esperar y que la esperanza es la fe con la que se pide y atrae lo que se desea.
El cáncer me enseñó que cuando se atraviesa una situación difícil no hay que ocultarla y que una vez la confiesas y la compartes el mundo la acepta y te apoya.
El cáncer me enseñó que la enfermedad y la tribulación es una estación en tu vida y no se trata de la vida entera. Como todo pasará, pues cada vida tiene que continuar con aquello que Dios proponga para ella.
El cáncer me dio una bofetada de humildad y me obligo a enviar de vacaciones a la soberbia. Comprendí que al final todos somos vulnerables y nadie está exento de la necesidad de una buena sopa de gallina “del país”, un mimo o de un té.
El cáncer me enseñó a visitar a los enfermos, a los deprimidos y a los tristes, pues para estas personas no hay espacios, tiempos o márgenes y necesitan el apoyo y la compasión a su dolor.
El cáncer me enseñó que una llamada a un amigo vale mas que un texto y que oficialmente una visita vale más que los dos. Lo importante es el encuentro personal y cercano con los tuyos y que las porras de estos son las muletas que te ayudan a llegar a la meta de sanación.
El cáncer me enseñó que piensas que son insensibles o distantes son quienes mas cerca pueden estar y que quienes pensabas que estaban cerca quizá nunca lo estuvieron.
No miento. Muchas cosas el cáncer me quitó. Se llevó mi larga cabellera pero me dejó la seguridad de saber que mi personalidad y mi esencia son mucho mas que unas mechas que crecerán tarde o temprano.
Por unos cuantos días el cáncer me llevó el ánimo y la confianza pero por otros me dejó la fuerza para continuar mi trabajo y demostrar a otros que la vida continua.
El cáncer se llevó algunos de mis planes futuros pero me dejo muchos otros caminos y aventuras que aún comienzan.
Al fin y al final de esta nota reflexiono y aprendo que la vida no se trata de escribir comentarios positivos sino de vivirlos ni de publicar fotos de sonrisas y tener corazones de tristezas. La vida se trata de vivir grandeza en cada minuto. La vida se trata de sentarse a disfrutar una taza de café con tu madre o de reír hasta cansarte con tu pareja o sobrinos. La vida se trata de calcular menos y vivir más.
6 Comments
Claribel Baez
7 julio, 2016 at 1:56 amRealmente esta, tu historia me ha llegado al alma,Dios te siga bendiciendo.🙏💪❤
Carolina
12 julio, 2016 at 3:19 amAmen. Asi sea.
Myrna Santiago
7 julio, 2016 at 2:50 amEse mensaje hermoso! Y lo que aqui compartes para dar esperanza y mucho valor de lo que realmente tiene valor en nuestras vida! Tu fuiste una escogida para llevar este mensaje a cada persona en este mundo! Por eso y tu Fe que no dejaste desaparecer Dios te recompenso tu vida! Dios te bendiga!
Carolina
12 julio, 2016 at 3:24 amGracias por el buen deseo. Solo Dios sabe si es así. Humildemente llevare la voz e intentaré provocar lo mejor en los demás.
Madalis Casiano
8 julio, 2016 at 7:53 pmCuando Leo estas palabras me da mucha alegría que allas encontrado un significado a cada paso y experiencia de la vida…te felicito por lo fuerte que demuestras ser a traves de tus palabras…y nos haces ver la vida de otra perspectiva
Carolina
12 julio, 2016 at 3:23 amSi!! Me encanta que te alegre. De eso se trata!!!