Se vuelcan los gremios profesionales, los grupos cívicos, los influencers y los noticieros del país al reseñar las difíciles historias de miles de ciudadanos alrededor del mundo debido a la pandemia del Covid 19.
Sobran las ideas, los recursos y la atención de todos los sectores que apoyan diversas iniciativas a favor de la salud mental, física y financiera de los ciudadanos. Todos los días se nos cuentan las difíciles historias de familias que se han separado por causa de virus y otras que recurren a diferentes recursos para mantener el contacto humano en sus vidas cotidianas. Por otro lado, no todo es negativo pues también se reseñan los aspectos positivos desarrollados como consecuencia de esta pandemia. Mucho se comenta sobre la utilización de los medios digitales y electrónicos para facilitar el encuentro y el reencuentro con los queridos. Lo anterior no solo se ha limitado al ambiente informal del hogar sino también al aspecto médico clínico. Ello mediante la celebración de consultas y otros servicios médicos, a través de los medios digitales.
Al presente, aunque muchos aseguradores médicos y proveedores de salud poseen recursos de avanzada en el aspecto digital, pocos los utilizan diariamente para el cuidado de sus pacientes. La situación que vivimos hoy día ciertamente les ha llevado a la implementación obligatoria e inequívoca de estos medios para evitar a toda costa el contacto físico con el paciente.
Pero ¿te imaginas estar en aislamiento social en tu hogar con una enfermedad seria y prolongada?
Aunque nos parezca que esto de la cuarentena y el aislamiento social es algo nuevo, para muchas personas esto no es mas que una parte común de sus vidas. Muchos pacientes de cáncer y otras enfermedades serias reciben tratamientos o padecen de síntomas que debilitan en gran medida su sistema inmunológico. Esto no sólo les hace propensos a enfermedades tales como el COVID 19, sino que incrementa el riesgo de complicaciones a raíz de estas.
Según la información compartida por la Asociación de Oncólogos Clínicos de Estados Unidos, el paciente promedio de cáncer generalmente se encuentra por alrededor de seis meses a dos años en tratamiento de quimio terapia y/o radioterapia. Algunos pueden durar mucho mas de ello y extenderse debido a que su cuerpo se encuentra altamente comprometido con los efectos secundarios del tratamiento. Tales tratamientos en la mayoría de los casos requieren que el paciente cuide su sistema inmunológico y se reguarde del contacto con sus pares. Esto trae como consecuencia el aislamiento del paciente hasta tanto culmine su tratamiento. Sobre ello se destacan pacientes de leucemia y pacientes de cáncer de pulmón.
Entonces tras las propias experiencias vividas durante esta cuarentena por el COVID 19 toca revisar los recursos que podemos mejorar y ofrecer para que nuestros pacientes de cáncer y otras enfermedades que afecten el sistema inmunológicos puedan conscientemente aislarse y protegerse durante su enfermedad o tratamiento.
Consultas remotas por video conferencia, tramitación y recibo de repeticiones o referidos por vía electrónica y otras pudieran ser iniciativas que pudieran aliviar el proceso de tratamiento de nuestros pacientes y protegerles para procurar su pronta recuperación. Así en gran medida les evitaríamos visitas médicas y salidas a gestiones administrativas innecesarias que pondrían en peligro la celeridad de su tratamiento. Confiamos que las prácticas y lecciones aprendidas en esta pandemia pueda abrir un prisma de posibilidades para que la industria médica pueda integrar las necesidades claras del paciente con los recursos, ahora probados, para estos.
Ello no solo debería limitarse a tratamientos para la salud física del paciente sino también al apoyo a la salud, mental y psicoemocional de este, pueden en la mayoría de los casos no solo se trata de un aislamiento social, sino se trata de la soledad extrema durante una profunda y larga enfermedad.
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